Entendiendo la remuneración de gestores y administradores en fondos de inversión

Rodrigo Balassiano explica cómo se determina la remuneración de gestores y administradores en los fondos de inversión y su impacto en la rentabilidad.
Antonio García
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Rodrigo Balassiano, especialista en fondos estructurados y profundo conocedor del mercado de capitales, explica que la remuneración de los profesionales involucrados en la gestión y administración de los fondos es un elemento central para el funcionamiento eficiente de estas estructuras. Gestores y administradores ejercen roles distintos pero complementarios, y sus formas de remuneración están directamente relacionadas con las responsabilidades que asumen y los servicios que prestan al fondo.

Comprender cómo se remunera a estos agentes ayuda al inversor a evaluar mejor los costes involucrados, el alineamiento de intereses y el impacto de estas tasas sobre la rentabilidad neta de los fondos. En un mercado cada vez más competitivo y transparente, este entendimiento es esencial para una toma de decisiones consciente.

Diferencias entre gestor y administrador: funciones, atribuciones y relación con la remuneración

Antes de abordar la remuneración, es importante entender la diferencia entre los dos principales agentes que componen la gobernanza de los fondos:

  • Gestor: es el responsable de tomar las decisiones de inversión del fondo. Elige los activos que conforman la cartera, sigue el mercado y define las estrategias de asignación de recursos de acuerdo con el reglamento del fondo.
  • Administrador fiduciario: es el responsable legal del fondo ante la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM). Asegura que todas las operaciones cumplan con la normativa, contrata y supervisa a los demás proveedores de servicios (como custodio, auditor y distribuidor), además de velar por la integridad de la estructura.

Según Rodrigo Balassiano, la remuneración de estos agentes debe ser compatible con la complejidad del fondo, los riesgos involucrados y los servicios prestados, respetando siempre los principios de transparencia y equilibrio de intereses con los partícipes.

Tasa de administración: el coste de la estructura fiduciaria

La tasa de administración es un cargo anual calculado sobre el patrimonio neto del fondo y cubre la remuneración del administrador fiduciario y, en algunos casos, de otros proveedores de servicios contratados, como contaduría, custodia, escrituración y auditoría.

Esta tasa se expresa como un porcentaje anual, pero se provisiona diariamente, siendo deducida directamente del patrimonio del fondo. En fondos minoristas, puede variar entre 0,5% y 2,5% anual. En fondos estructurados o dirigidos a inversores profesionales, los porcentajes pueden ser más bajos debido a mayores volúmenes y estructuras personalizadas.

Rodrigo Balassiano destaca que, aunque la tasa de administración sea inferior a la de gestión, cumple un papel vital al asegurar el cumplimiento legal del fondo, la adecuada rendición de cuentas y la protección institucional de los partícipes.

Tasa de gestión: incentivo a la performance y la estrategia

La tasa de gestión también se calcula sobre el patrimonio neto del fondo y remunera exclusivamente el trabajo del gestor en la conducción de la política de inversiones. Esta tasa es el principal componente de los ingresos de los gestores y refleja su responsabilidad en la asignación eficiente de los recursos.

Rodrigo Balassiano detalla las diferencias entre gestor y administrador y cómo sus funciones definen su forma de remuneración en los fondos.
Rodrigo Balassiano detalla las diferencias entre gestor y administrador y cómo sus funciones definen su forma de remuneración en los fondos.

En fondos multimercado o de acciones, la tasa de gestión suele situarse entre el 1% y el 2% anual, pudiendo ser más elevada en fondos con estrategias sofisticadas o mandatos activos. En fondos pasivos o indexados, esta tasa tiende a ser más baja, reflejando una menor actuación discrecional del gestor.

De acuerdo con Rodrigo Balassiano, la definición de la tasa de gestión debe tener en cuenta el perfil del fondo, su estrategia y el valor que el gestor agrega en la generación de retornos ajustados al riesgo.

Tasa de performance: alineamiento entre gestor y partícipe

Además de las tasas fijas, algunos fondos cobran la llamada tasa de performance, que consiste en un porcentaje sobre la rentabilidad que exceda un determinado índice de referencia (benchmark). Esta tasa funciona como una forma de premiar al gestor cuando entrega retornos superiores a los esperados, incentivando la búsqueda de resultados consistentes.

La práctica más común es el uso de mecanismos como el “high watermark”, que garantiza que el partícipe solo pague performance si el fondo supera el mayor valor histórico de su cuota. Esto evita que el gestor sea remunerado por oscilaciones puntuales o por la simple recuperación de pérdidas anteriores.

Rodrigo Balassiano señala que, aunque la tasa de performance sea bienvenida por alinear intereses, debe aplicarse con moderación, transparencia y en conjunto con benchmarks que reflejen adecuadamente el riesgo y la estrategia del fondo.

Divulgación y transparencia en el cobro de tasas

Todas las tasas cobradas por los fondos deben ser claramente informadas en sus documentos oficiales, como el reglamento, el prospecto (cuando corresponda) y el Documento de Información Esencial (DIE). Los informes periódicos también deben detallar los valores efectivamente pagados y su representatividad en relación con el patrimonio del fondo.

Como observa Rodrigo Balassiano, la transparencia es uno de los principales pilares de la gobernanza de los fondos. El partícipe necesita comprender exactamente cuánto está pagando, por qué servicios y cómo estos gastos impactan el retorno neto de su inversión.

Conclusión

La remuneración de gestores y administradores es parte integral de la estructura de los fondos de inversión e influye directamente en la eficiencia, el cumplimiento normativo y el desempeño de los productos. Al entender cómo funcionan estas tasas, el inversor puede tomar decisiones más conscientes, equilibrando el coste y el beneficio de cada estrategia.

En opinión de Rodrigo Balassiano, la estructura de remuneración debe reflejar el valor entregado al partícipe, garantizar la sostenibilidad de la operación y preservar el alineamiento entre todos los agentes del fondo. En un entorno regulado, competitivo y en constante evolución, esta es la base para construir relaciones de largo plazo y resultados consistentes.

Autor: Antonio García

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